Por Claudia Hernández
Desde que los chavos han tenido poder adquisitivo y por lo tanto independencia, se empieza a gestar todo lo que en un futuro se llamarán subculturas o contraculturas. La sociología las ha llamado así. La primera porque se refiere a un grupo de personas que de alguna manera están ubicadas por debajo de la sociedad establecida, son agrupaciones que por su cosmovisión no logran insertarse completamente en la estructura social existente.
La segunda fue denominada así porque la ideología, la forma de actuar de estas tribus urbanas - término que no me gusta - va en contra de la sociedad establecida aunque no por esto están fuera del sistema.
Sin embargo ya sean sub, contra culturas, coyunturas o un largo etcétera, estos grupos humanos, en su mayoría jóvenes, han logrado crear toda una gama de formas de pensar que han exteriorizado en su forma de vestir, peinarse, gustos musicales y lugares de reunión.
Punketos, darketos, skatos, y últimamente los tan famosos Emos son un claro ejemplo de cómo en cada generación surgen nuevas formas de pensar y nuevas inquietudes y que cada movimiento deviene de otro forzosamente.
De esta forma se podría decir que ninguna subcultura es cien por ciento original. Todas y cada una de estas, tiene influencia de otras, desde musicales hasta culturales.
Lamentablemente en la sociedad actual algunos chavos se dejan llevar por lo que dicen los demás sin tener criterio propio. No comprenden que todas las subculturas son de alguna forma híbridos que nos llegan de otros países y eso se lo debemos a que somos un país tercer mundista. Y así volvemos a la cuestión cultural. No se trata de golpearse unos a otros como imbéciles. Se trata de tener forma de pensar propia, y entender que lo que te hace ser “Juan Pérez” no es la ropa que usas sino lo que tienes en la cabeza que finalmente es lo que importa.
jueves, 10 de septiembre de 2009
OCIO SOCIOLÓGICO
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